Presentación del 3er encuentro: Jesús María Aguirre sj
Bienvenida del director del Centro Gumilla al encuentro de constructores de paz 2012, celebrado en la UCAB el 25 y 26 de mayo de 2012
Presentación del Evento y saludo del P. Jesús María Aguirre s.j.
Ante todo bienvenidos, comunidad de promotores de PAZ, Mons. José Luis Azuaje y Mons. Baltazar Porras de la Conferencia Episcopal Venezolana, ponentes internacionales Miguel Alvarez Gándara de México, Nelsa Curbelo de Ecuador , que han tenido la gentileza de acompañarnos en esta VIII Jornada de Reflexión Social de la Iglesia y III Encuentro Internacional de Constructores de la Paz, y bienhallados todos uds., queridos amigos y amigas presentes de la Red Social de la Iglesia.
En estos días en que a las balaceras de nuestros barrios, se ha sumado el fragor de las armas de una cárcel de la ciudad, y se van acrecentando los gritos e insultos de la precampaña electoral, no está demás hacer un espacio de silencio y escucha para atender los sollozos ahogados de las víctimas y de sus familiares, los rumores acallados de nuestras comunidades populares, y las voces genuinas de los “otros”, distintos de nosotros, incluso adversarios, sin el sesgo de las manipulaciones retóricas y el avasallante ruido comunicacional.
Entre el mensaje de la obra teatral “El soñador de paz” que se nos ha presentado bajo la dirección de Irene Esser y el espíritu de esta convovatoria, hay una línea conductora, que es la aceptación del otro, no solamente como ciudadano llamado a vivir en tolerancia, sino como conciudadano reconocido como sujeto y convocado para construir la convivencia.
Complementando las voces de estos niños, Espigo unas citas del reciente estudio, editado por el Centro Gumilla, sobre la religiosidad del venezolano, para poner en primer plano otra voces escondidas del ciudadano común en distintas regiones del país:
-“En el fondo todo lo malo que pasa en Venezuela se debe a que hemos perdido los valores (…), el respeto y la conciencia del mal”.
-“Una oración, o un encuentro –cara a cara- en la vida real, son las oportunidades para volver a reencontrarse con las personas”.
-“Yo les diría a todos los venezolanos, primero que busquemos a Dios, que busquemos de corazón a Dios y él nos va a decir cómo vamos a hacerlo para echar adelante a Venezuela, porque mire que nosotros somos luchadores, tenemos derecho a vivir, nuestros hijos tienen derecho a vivir en paz… Nosotros somos capaces
Más allá de las divergencias ideológicas, políticas y aun de denominaciones religiosas, olvidamos que hay FE en el pueblo, FE que es el otorgamiento de la confianza al OTRO, fiarse del Otro. Los creyentes nos FIAMOS de Dios que nos salva, muchos increyentes CONFÍAN en el compañero de camino, y juntos buscamos la verdad en el encuentro confiado.
Siempre ha sido para mí inquietante ese libro provocador de Beltran Russell, premio Nobel y uno de los fundadores de Amnistía Internacional, titulado “Por qué no soy cristiano”. El argumento principal gira en torno al hecho histórico de que las religiones sirven más para dividir que para unir, y han sido motivo generador de muchos conflictos violentos y guerras de exterminio.
Si bien, un maestro espiritual, respondía que la poca religión divide y separa, y la fe profunda unifica en un solo corazón y alma a la humanidad, es saludable que tengamos estas críticas como trasfondo de las actividades de estos días.
¿No será que hemos desdibujado el rostro de Jesús, Príncipe de la Paz, que nos hemos desviado del talante fraternal de Francisco de Asís, y del mensaje Paz en la Tierra del Papa bueno Juan XXIII en plena guerra fría?
A 50 años del Concilio Vaticano II , aún sigue resonando el clamor ecuménico de los anhelos y esperanzas de paz de la humanidad, y este encuentro es una oportunidad para mostrar ante Venezuela nuestra vocación de testigos de la Paz, en medio de la diversidad de razas, lenguas y aun denominaciones religiosas, que nos alejan de nuestra condición primordial y compartida de ciudadanos convocados a un proyecto de país, en búsqueda de verdad y de justicia por el camino de la paz. La paz, como decía Gandhi, no es la mesta, es el camino. BIENVENIDOS TODOS.