“No hemos descansado en solicitar la ayuda para los necesitados, cada vez son más las manos que aportan su granito de solidaridad y amor para la población de Cumanacoa…”. Herminia Abad coordinadora de Gumilla en la región de Monagas, informó que junto a la parroquia San Ignacio de Loyola de Maturín y Cáritas Venezuela, dan respuesta a los damnificados que dejó el huracán Beryl en Cumanacoa
Un informe de situación especial de Cáritas Venezuela, ofrece resultados preliminares con motivo del paso del huracán Beryl por las costas del estado Sucre, el 1 de julio de 2024. “La afectación estimada preliminarmente es de 1000 familias afectadas, 20 desaparecidos, 400 viviendas con pérdida total, 1200 viviendas reparables, 3 fallecidos, deterioro de la vialidad, pérdida de medios de transporte. Hay fallas de la energía eléctrica en la zona”.
Resalta el informe que el ingreso a la zona del impacto en Cumanacoa fue tardío debido a la falta de acceso. “Se estima que las aguas alcanzaron una altura de 1.60 mts. En Cumanacoa, a 15 km de Cumaná, capital del estado Sucre, las inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Manzanares afectaron al menos cinco sectores”.
La organización social de la iglesia en Venezuela, recibió el llamado de Cáritas Cumaná para unirse en solidaridad y apoyo a los afectados. La convocatoria también ha sido atendida por voluntarios de las diferentes redes que conforman la iglesia en la región como la parroquia San Ignacio de Loyola de Maturín y el Centro Gumilla de la región de Monagas.
Centro de acopio en la parroquia San Ignacio de Loyola
“Efectivamente estamos trabajando articuladamente las 6 comunidades misioneras de la parroquia San Ignacio de Loyola, teniendo en esta iglesia el centro de acopio. Gumilla Monagas, también es parte activa y solidaria con la recolección de enseres para ayudar a nuestros Hermanos”, informó Herminia Abad, coordinadora de Gumilla en Monagas.
“Estamos concentrados en la recolección de envases para agua de 20 litros y 5 litros por lo práctico de trasladar el agua, artículos plásticos de cocina: platos, vasos, cubiertos variados. En una primera instancia solo era ropa y se detuvo la recolección de la misma; pero recibimos noticias de los afectados que solicitaron más ropas variadas porque la están usando 2 y 3 veces la misma ropa y luego la desechan por no tener agua suficiente como para lavar las mismas”, expresó a la Coordinación de Comunicaciones del Centro Gumilla.
“Todos nuestros esfuerzos son canalizados y dirigidos por la dirección de Cáritas de Venezuela en Monagas. Esta instancia es el gran centro de distribución de la ayuda para que ellos con su logística (clasificación y distribución interna) trasladen todo lo recolectado por las comunidades y las organizaciones eclesiales. De esta manera podremos asegurar el envío de la ayuda a nuestros hermanos y hermanas que tanto lo necesitan en este momento”.
Padre Sifontes: “El impacto psicológico de la gente es muy fuerte”
Uno de los testimonios que más ha llamado la atención en el país, es el del padre Gerónimo Sifontes, director de Cáritas Monagas. El sacerdote alerta de la dura realidad, indicando que el impacto psicológico de la gente es muy fuerte, tanto por el nivel de devastación que nunca habían vivido como por las pérdidas humanas.
“El haberse quedado sin techo, sin ropa y sin sus medicinas es un gran dolor, pero es mucho más el desespero de querer encontrar a sus familiares desaparecidos, que no se sabe si están vivo o muertos, si ya desembocaron en el mar o están tapizados por el nivel del lodo”, dice el mensaje del Padre Sifontes reproducido en redes sociales y otros medios.
Cáritas de Venezuela ratifica que la red de organizaciones sociales y voluntarios “está alerta y preparada para ofrecer una mano amiga a las comunidades: Cáritas Cumaná y la Iglesia local están desde el primer momento en la zona afectada acompañando a la gente”.
Ramón Antonio Pérez
Fundación Centro Gumilla // @CentroGumilla
