Por Joselyd Rodríguez / Comunicaciones Fundación Centro Gumilla
Para reflexionar sobre los acuerdos y tratados de paz que en situaciones de conflicto fueron determinantes en la historia de Venezuela, en el marco del actual contexto de crisis, tensión y polarización sociopolítica que vive el país, se llevó a cabo el foro Venezuela ¿Violencia o Convivencia?, este viernes 05 de octubre en la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas.
Entreculturas y la red de organizaciones Aquí Cabemos Todos – de la cual forma parte la Fundación Centro Gumilla- desarrollaron este encuentro en el marco de una serie de actividades por el Día Internacional de la Paz. La jornada pretendió retomar aspectos fundamentales del pasado social y político del país, que pudieran dar luces para entender el contexto actual y para la búsqueda de posibles caminos hacia la reconciliación.
El director de la Fundación Centro Gumilla, Manuel Zapata s.j., quien estuvo a cargo de las palabras de apertura del evento, afirmó que desde la Compañía de Jesús se apuesta por la reconciliación nacional y la búsqueda de caminos para alcanzarla, por esto la imperativa necesidad de contar con espacios para profundizar en los tratados que determinaron la historia del país, marcando una línea de respeto, vida, perdón, verdad y justicia.
El foro inició con la intervención del politólogo Francisco Alfaro, quien habló sobre el Tratado de Regularización de la Guerra de 1820, uno de los mayores acuerdos y pactos políticos de la historia de Venezuela. Alfaro señaló, que el acuerdo firmado entre Simón Bolívar y Pablo Morillo, allanó el camino para la reducción de la violencia en el conflicto, y para el inicio del proceso de paz que sucedería, pocos años más tarde.
“Debemos examinar y resaltar aquellos espacios y capacidades que los venezolanos hemos tenido a lo largo de la historia para ponernos de acuerdo. Debemos sentirnos orgullosos, porque nuestra historia no es sólo una historia de golpes y de guerras, también es pacífica y de convivencia”, enfatizó el politólogo.
Por su parte, el historiador Tomás Straka profundizó sobre el Tratado de Coche, considerado uno de los más importantes en la historia venezolana, porque puso fin a la Guerra Federal a través de un consenso, en el año 1863. “Hay que rescatar el Tratado de Coche como ejemplo de que Venezuela ha sido capaz de producir cosas importantes como la neutralización de la guerra; la ruta para la paz es la ruta de este Tratado, porque la república se hace llegando a un acuerdo con el enemigo”, puntualizó Straka.
Seguidamente, el profesor José Luis Da Silva abordó el tema del pacto político como plataforma de pacificación socio-económica. Da Silva habló sobre el Pacto de Punto Fijo en 1958, como un acontecimiento relevante en la vida republicana de Venezuela, destacando que las cabezas visibles de los partidos políticos de aquella época fijaron su visión de cómo gobernar un país y eso los llevó a unas elecciones en condiciones de respeto.
“Ese pacto sigue siendo, a la fecha, un esquema de convivencia política que aboga por la unificación y pacificación. Un pacto tiene que generar pertenencia social y establecer de manera determinante los valores de una cultura espiritual, económica, social para asumir que, en democracia, todos podemos establecer patrones de conducta en aras de lograr beneficios comunes”, aseguró.
Para cerrar el primer bloque de la jornada, el profesor Luis Lander, especialista en temas electorales, habló sobre los últimos procesos constituyentes que ha vivido el país. Haciendo énfasis en la reforma que se planteó en 2007, y el que se está desarrollando actualmente.
“Luego del triunfo del oficialismo en 2007, Chávez comienza a hablar de la reforma constitucional, conformando una comisión y subordinando las cabezas de los poderes a la presidencia de la república; lo que significó un proceso clandestino y sin información; la opinión pública no sabía qué se estaba discutiendo en la comisión. Una vez presentada y aprobada la propuesta de reforma a la Asamblea Nacional, se propuso el carácter socialista y se eliminó la limitación de reelección del presidente”, recordó Lander.
Por su parte, la psicóloga social María Teresa Urreiztieta habló sobre la resistencia civil y ciudadanía en contextos autoritarios. Para Urrieztieta el escenario político actual de Venezuela fue rechazado por la sociedad en las protestas de 2017, convirtiéndose en un fenómeno de contra gobierno.
Aseguró que, los acontecimientos de 2017, inspiraron iniciativas y organizaciones ciudadanas que ayudaron a construir una voz colectiva contra el autoritarismo. «Podemos hablar de un germen, de un movimiento de ciudadanos en acción, luego de las protestas del año 2017». Para Urreiztieta, al contrario de los que muchos piensan y sienten, no se deben valorar estas acciones como un fracaso, sino como un aprendizaje del ejercicio ciudadano que ha permitido, en muchos casos, la articulación de la sociedad civil.
Cerró su participación haciendo énfasis en cómo debería ser entendida la resistencia: “Resistir no es aguantar, es revelarse al autoritarismo de mil maneras, es interpelar, exigir, alzar la voz, protestar, visibilizar, proponer, organizarse, movilizarse, defender los derechos humanos; la carta magna vigente está siendo desafiada y hay que defenderla de un modelo autoritario”.
Al ciclo de ponencias se integró la profesora Mireya Lozada, abordando el tema de la democracia y la reparación social. Para Lozada, se debe “promover el trabajo de reparación social en Venezuela, fortalecer la economía institucional y profundizar en la democracia, con el propósito de ir a un nuevo pacto social para alcanzar la convivencia en paz».
Consideró importante la atención a la ciudadanía herida por los acontecimientos violentos de las protestas del año 2017, a los afectados por la crisis social y, en general, a quienes se les han vulnerado sus derechos humanos. “Parte de lo que nos va a tocar, es actuar en la reconstrucción del tejido social”.
El cierre del Foro Venezuela: ¿Violencia o Convivencia?, estuvo a cargo del profesor Arnaldo Esté, con el tema educar para la dignidad, educar para la paz, en el que puntualizó que “el atropello represivo de la calle es una negación de la dignidad. Cada vez que usted ve una cadena, cada vez que le llevan una bolsa de Clap es una negación a la dignidad”. En este sentido, dijo que se debe educar para la dignidad y «educar para la dignidad es reconocer y respetar a la persona y su grupo social».
Subrayó que, el reto de los educadores en la actualidad es brindar una educación democrática y no autoritaria; que enseñe al niño y al joven a reconocer su dignidad, su participación e importancia en la elección del bien común. No se debe enseñar al estudiante a ser receptor, porque se estaría educando para el autoritarismo, “debe educarse en el hábito cotidiano de la democracia y la reivindicación de la participación».
Si te perdiste este foro o quieres retomar los aportes realizados por los ponentes, puedes escuchar y ver sus presentaciones a través del Facebook de la Fundación Centro Gumilla @CGumilla. Desde el mismo 05 de octubre están disponibles los videos de la actividad.