El Centro Gumilla participó en un encuentro formativo convocado por el Movimiento Juvenil Huellas en la UCAB, donde el abogado Leonardo Rodríguez habló de la obligación de denunciar los hechos de violencia y abusos contra las niñas, niños, adolescentes y jóvenes en colegios católicos, parroquias y otros espacios eclesiales
El compromiso de la Iglesia Católica en Venezuela es fundamental para promover una cultura de buen trato, salvaguarda y protección de los derechos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAyJ), especialmente los que se generan en los sectores más vulnerables del país y bajo el cuidado de instancias eclesiales.
Esta labor, motivada e impulsada por el Papa Francisco, establece un marco de prevención con responsabilidades directas asumidas por la Conferencia Episcopal Venezolana, diócesis, zonas de misión y parroquias, así como las congregaciones religiosas, movimientos de apostolado, colegios católicos y organizaciones sociales. El objetivo es combatir el abuso contra NNAyJ en los contextos eclesiales.
Estas premisas fueron abordadas en el taller convocado por el Movimiento Juvenil Huellas Venezuela y la Red Apostólica Ignaciana (RAI), el 19 de septiembre, en la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, al que asistieron más de 60 agentes pastorales, incluidos representantes de la Fundación Centro Gumilla.
El objetivo era facilitar el acceso a los servicios de protección para niños, niñas y jóvenes que participan en la pedagogía y la pastoral en espacios eclesiales.
Correspondió al abogado Leonardo Rodríguez, asesor de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC) y de otras organizaciones sociales dedicadas a la defensa de los derechos de NNAyJ en el país, impartir esta formación.
Tenemos la obligación de denunciar los hechos de violencia contra NNAyJ
La agenda contempló cuatro grandes temas: escenarios de protección de NNA en Venezuela; protocolo para la salvaguarda de NNAyJ en el Movimiento Huellas; prevención del maltrato, abuso y explotación de NNAyJ en espacios seguros de la Iglesia; y manejo de casos y la derivación a servicios especializados multisectoriales.
El experto consideró importante distinguir entre los conceptos de protección y salvaguarda porque ello determina la instancia responsable en un hecho de agresión.
“Hablamos de salvaguarda de los derechos de los niños y niñas adolescentes cuando es la organización la que hace ese protocolo para garantizar los derechos en esa institución”, expuso Leonardo Rodríguez. Añadió que, cuando se habla de protección “nos estamos refiriendo a la garantía de los derechos de los niños y niñas adolescentes en general” (…) “la vulneración de su derecho la puede hacer cualquier persona, incluyendo al Estado”.
De igual manera, Rodríguez explicó que cualquier caso de abuso debe ser denunciado de inmediato ante las autoridades correspondientes: directores de los colegios, el cura párroco de una comunidad si es un caso ocurrido durante la formación de catequesis, ante los responsables de las congregaciones religiosas y de los movimientos de apostolado.
“El artículo 92 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA) establece que todas las personas tienen derecho de denunciar ante las autoridades competentes los casos de amenazas o violaciones a los derechos o garantías de los niños y adolescentes”, citó el abogado que también es miembro de la REDHNNA.
De no hacerse, se cometería un encubrimiento u omisión que es penado en la legislación venezolana. Cumplir con estos parámetros legales garantizaría cumplir con los procesos legales necesarios para que los responsables enfrenten las consecuencias de sus actos.
Contribuir a salvaguardar a nuestros niños, niñas y adolescentes
Nakary Delgado, directora nacional de Huellas y coordinadora de la Red Apostólica Ignaciana, se encargó de la invitación y en sus palabras de bienvenida, motivó a impulsar estas iniciativas provenientes de la iglesia. Destacó que el encuentro formativo tuvo un carácter inclusivo, porque está dirigido no solo a las organizaciones vinculadas a la Compañía de Jesús, sino también a otros movimientos apostólicos.
“Estos agentes pastorales vienen de Fe y Alegría, AVEC, la Fundación Centro Gumilla, la Parroquia San Alberto Hurtado, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Venezuela, además de representantes de congregaciones religiosas y de otros movimientos y parroquias”, agregó Nakary Delgado.
Igualmente aseguró que este tipo de formación es una dinámica que busca dar respuesta como iglesia sinodal y como iglesia en salida, según lo pide el Papa Francisco.
“El Movimiento Juvenil Huellas, reconociéndose como parte de la iglesia venezolana, abre estos espacios formativos para compartir con los compañeros que van contribuyendo a la misión de Cristo y salvaguardar a nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes que participan en las actividades de la iglesia”, manifestó.
Se conoció que el Movimiento Juvenil Huellas continuará en otras ciudades de Venezuela, motivando la promoción de la cultura del buen trato, salvaguarda y prevención de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Entretanto, los participantes se comprometieron a trabajar en la elaboración de manuales de prevención en sus respectivas instancias y lugares de trabajo, sobre la base de las enseñanzas recibidas y la disponibilidad de los orientadores de este taller.
Vale recordar que el Vaticano, ha venido informando que la lucha contra los abusos en la Iglesia comenzó lentamente, pero hoy es un camino irreversible. El Papa Francisco en una entrevista aseguró: “La Iglesia comenzó la tolerancia cero lentamente, y ha avanzado. En este sentido, creo que la dirección tomada es irreversible. Es irreversible. Hoy es un tema que no se puede discutir”, publicó Vatican News.
Ramón Antonio PérezCoordinador de comunicaciones
Fundación Centro Gumilla