La comunidad de la Parroquia Macarao celebra un importante hito en su camino hacia el fortalecimiento social y comunitario, con la culminación del programa de formación en Enseñanza Social de la Iglesia (ESI) en su primera fase. Este esfuerzo, promovido por la Fundación Centro Gumilla, ha contado con el valioso apoyo de aliados como las Hermanas misioneras del Sagrado corazón de Jesús y María, quienes realizan trabajo pastoral social en la comunidad. Ellas acompañaron al Centro Gumilla en la capacitación de 20 líderes laicos, religiosos y miembros de la comunidad, quienes ahora están preparados para replicar lo aprendido y llevarlo a la acción en beneficio de 462 familias de la zona.
La formación, que se desarrolló durante el mes de junio y julio, se centró en temas cruciales como el bien común, la dignidad humana y la importancia del trabajo como fuente de humanización. Con un enfoque comunitario y cercano, los participantes se involucraron activamente en dinámicas que fomentaron la colaboración y el respeto, creando un ambiente propicio para el intercambio de ideas y experiencias.
“Queremos desarrollar el programa de formación de enseñanza social de la iglesia en todas nuestras comunidades, orientación en la gestación de una nueva sociedad, un mayor servicio y un acompañamiento pastoral más cercano a las personas, las familias y las personas vulnerables del país en el contexto del Sínodo sobre Sinodalidad,” afirmó el Coordinador regional de Formación de Caracas – Miranda de la Fundación Centro Gumilla.
La culminación de este programa no solo representa un logro significativo para los participantes, sino que también sienta las bases para una próxima fase en agosto, donde se llevará a cabo las réplicas de los conocimientos adquiridos. Este proceso tiene como objetivo masificar la información y las herramientas aprendidas, empoderando a la comunidad para que se convierta en agente de cambio y desarrollo.
La comunidad de Arizona de donde son la mayoría de los participantes, está compuesta por un poco más de 462 familias y un total de 1619 habitantes, enfrenta diversos desafíos, incluyendo la falta de servicios básicos y oportunidades laborales. Sin embargo, la organización y el compromiso de sus miembros han permitido que surjan iniciativas que promueven el desarrollo humano integral.
El impacto de la formación ya se está sintiendo en la comunidad, donde los participantes han comenzado a asumir roles más activos en la solución de problemas locales, incrementando la conciencia social y creando redes de apoyo entre ellos. Este proceso formativo ha sido un catalizador para la transformación social, demostrando que, a pesar de las adversidades, la parroquia Macarao está decidida a avanzar hacia un futuro más solidario y justo.
