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Apostolado Social se reúne para hablar de la justicia socio-ambiental

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Del 24 al 26 de enero se reunió el Apostolado Social de la Compañía de Jesús en Venezuela, que agrupa a todas las obras jesuíticas que trabajan en esta área en el país. Fundación Centro Gumilla, Fe y Alegría, Hogar Virgen de los Dolores (HVD), Parroquia San Alberto Hurtado, Parroquia Jesús de Nazareth, Causa Amerindia Kiwxi, Pastoral Vocacional de la Compañía de Jesús, el Movimiento Juvenil Huellas, la Organización Social Católica San Ignacio (Oscasi) y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), fueron algunas de las organizaciones que estuvieron presentes. Durante el encuentro conversaron sobre el compromiso humano y cristiano ante el drama del deterioro ambiental y, en este sentido, el reto de una ecología integral planteado por el papa Francisco en “Laudato Si”, la Carta Encíclica sobre el cuidado de la casa común, publicada el 24 de mayo de 2015. 

La formación estuvo a cargo de José Luis Andrade, Salomé Pazos, y Monseñor José Ángel Divasson, integrantes del equipo de la Red Eclesial Panamazónica (Repam), capítulo Venezuela.

La actividad era una deuda pendiente de la Compañía de Jesús en Venezuela y tiene gran importancia en un contexto donde el país enfrenta una emergencia humanitaria producto del quiebre del aparato productivo, el rentismo y la corrupción. En lugar de apuntar a soluciones estructurales, el Estado ha profundizado el modelo extractivista a través de la explotación del Arco Minero del Orinoco, un megaproyecto que abarca 12 % del territorio nacional y que es rico en minerales como oro, coltán, cobre, bronce, diamante, tierras raras… Todo esto se ha hecho sin consulta previa, libre e informada a las comunidades y pueblos indígenas que habitan en esta zona, sin un estudio de impacto socio-ambiental, y obviando las dinámicas de conflictividad propias de la zona: minería ilegal, presencia de sindicatos mineros, mafia de militares, contaminación y enfermedades.

Pero, esta amenaza no solo se cierne sobre los pueblos indígenas, ya que en esta zona de Venezuela existen ríos que son los principales surtidores de agua dulce que llega al Gurí (principal represa hidroeléctrica del país) y al Caroní (importante fuente fluvial). De hecho, ya varios Estados del país viven un colapso en el servicio de agua y electricidad. A esto se suma el problema de la basura y su procesamiento, así como los 30 conflictos socio-ambientales que ha mapeado el Observatorio de Ecología Política de Venezuela, página que se encuentra bajo ataque cibernético.   

Por ello, la relevancia de hablar de justicia socio-ambiental, ecología integral, conflictos socio-ambientales en Venezuela, que además es uno de los nueve países que hacen parte de la Amazonía, territorio de gran biodiversidad donde viven personas que enfrentan dinámicas de violencia continua y sistemática, sumado a la mirada depredadora de Estados transnacionales y particulares.

A continuación, algunos apuntes y reflexiones que se plantearon durante el encuentro. 

Belleza y destrucción

La primera actividad consistió en hacer un paseo por la casa de las hermanas de Nazaret, lugar del encuentro, enclavada en las montañas del Parque Nacional Macarao, en El Jarillo, y traer algo de la naturaleza que llamara la atención. Muchos recolectaron plantas medicinales o elementos naturales que los conectaban con recuerdos o pasiones de su niñez. También hubo alguno que volvió con basura. Todo fue colocado sobre un mapa de Suramérica, donde la región de la Amazonía estaba resaltada. Al finalizar, se colocó una canción en portugués que hablaba del cuidado de la casa común.

Luego de este abrebocas que permitió conectar con la belleza de la creación, José Luis Andrade hizo una presentación sobre la contaminación y las principales amenazas que se enfrentan en este ámbito. Esto fue complementado con el video Amazonas Clandestina, la mafia del oro, un reportaje en el que David Beriain recorre el sur de Venezuela, zona donde se encuentran los yacimientos de oro más grandes de todo Sudamérica. En el episodio de la serie se tocan temas como la mafia de los sindicatos, la violencia, la participación de militares, la destrucción del territorio.

Este día cerró con la misa y la lectura del evangelio del sembrador y las semillas, una metáfora de los dones que se nos dan para ser sembrados en terrenos fértiles que permitan los frutos.

La jornada movió a muchos de los participantes, ya que en solo minutos se trasladaron del plano de la belleza a la destrucción. 

Cuidado de la casa común y cultivo de la interioridad

En el segundo día fue abordado el contenido de “Laudato Si”. José Luis hizo énfasis en los destinatarios de esta encíclica: “Cada persona que habita este planeta”. Uno de los elementos en los que el papa Francisco ha hecho hincapié es en la Pascua Ecológica, al explicar ésta el pontífice propone: pasar del consumo al sacrificio, de la avidez a la generosidad, del desperdicio a la capacidad de compartir, pasar de lo que yo quiero al mundo de Dios. Estas claves nos llevan a plantearnos la pregunta: ¿cómo estoy frente a las cosas? También nos alertan sobre la presión del tiempo en el que estamos inmersos, donde constantemente se nos llama a “responder ya”, sin ninguna reflexión.

Otro de los elementos de la encíclica, es la Consciencia de unidad, saber que todo está unido e interrelacionado en este planeta, que todos somos necesarios. Entrar nuevamente en esa relación con la naturaleza, ya que nos han hecho pensar que estamos separados de ella, y constantemente es vista como medio para extraer cosas, tratándola como una despensa particular e inagotable.  

Si lo ecológico no pasa por la interioridad es dogmático, a esto nos llama precisamente esta encíclica, a conectarnos nuevamente, y en cada punto nos preguntarían: pascua ecológica, ¿estás dispuesto al cambio? (¿qué ropa uso, ¿cómo me movilizo?, ¿qué alimentos consumo?, ¿cómo uso los recursos en el hogar?) Y en la Consciencia de esta unidad, es necesario reflexionar sobre: ¿cómo se vive?, ¿percibes esa unidad?

En definitiva, es oír el gemido de la tierra, de los pueblos indígenas, los pobres, los campesinos, no para quedarnos en el lamento, sino para convertirlo en reclamo y denuncia que trascienda. Crear formas inteligentes de avanzar y resistir. 

¿Cómo ser puente?

El tercer día inició con el segundo capítulo de La vida por la Amazonía, un seriado documental creado por la Repam. El audiovisual se adentra en la vida de Vicente Cañas -Kiwxi– a través de las voces de quienes lo conocieron y junto a quienes construyó su camino de conversión y lucha por los derechos de las tribus amazónicas en Brasil. Este misionero jesuita español se inculturó entre los Enawenê-Nawê, y fue asesinado por la defensa de la Amazonía y los territorios indígenas. Su cuerpo apuñalado fue encontrado en su choza solitaria a la orilla del río Juruena, cuarenta días después de su muerte, en abril de 1987.

Seguidamente, Monseñor José Angel Divasson, quien estuvo durante 20 años en el estado Amazonas, y actualmente es el director de la Repam en Venezuela, habló sobre este espacio que tiene como misión la protección de la Panamazonía y su trabajo con los pueblos indígenas y grupos vulnerables del territorio amazónico.

Divasson enfatizó que uno de los problemas es que cuando se habla de la Amazonía no se menciona a quienes la habitan; y que precisamente el Papa “pone el dedo en la llaga” cuando introduce el concepto de Ecología integral, y cómo las personas que han vivido ahí, con sus luces y sombras, han conservado estos ecosistemas. Es una sociedad pluriétnica y multicultural que nos da lecciones de cuidado y protección. Y cita al cardenal brasilero Hummes: “La Iglesia no habrá cumplido su misión en la Panamazonía hasta que los pueblos indígenas no sean protagonistas de su propia historia”.

Los tres días de encuentro estuvieron impregnados de cantos indígenas, distintas anécdotas y aprendizajes que brindan estos pueblos y de la belleza de la creación, pero también de los impactos sobre la vida de la voracidad de la riqueza, que está en todos los estratos sociales.

El Papa Francisco ha repetido en varias ocasiones: “Dios perdona siempre, las personas perdonamos a veces, pero la naturaleza no perdona”. Para algunos puede parecer un mensaje demasiado confrontador, quizás incómodo, pero es una realidad que no puede ser ya ocultada, y es, sobre todo, un llamado urgente e ineludible para toda la humanidad.

La consciencia debería ir creciendo cuando falta el agua o la electricidad. Todos debemos darnos cuenta que no es un problema que solo ocurre en la Amazonía, sino que está interrelacionado, como se mencionó en párrafos anteriores, tener la Consciencia de unidad

*Jefa de redacción de la revista SIC.

Por: Gestor de Contenidos Digitales
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